martes, 2 de agosto de 2011

Mirarse a si misma


Foto por Andreas Algunos derechos Reservados, Creative Commons 
 
Pocas veces he tenido la posibilidad de mirarme a mi misma  grabada en un video. Hoy fue una de esas ocasiones, fui filmada en una cámara HD.  Me gustó la experiencia, porque me dió la posibilidad de mirarme a mi misma desde afuera. 
Es curioso, pero pude observar en pocos segundos las expresiones de mi rostro y las señales que proyectaba. Noté el paso de mi vida en mi semblante y noté un poco más... como he vivido esa vida, noté mis elecciones.
Al tener esta experiencia recordé aquella canción que un dia escuché en inglés de Julie de Acevedo, "A Window to His Love". Una Ventana a Su amor, que me encantó entonar mientras servía mi misión (misionera de la Iglesia de Jesucristode los Santos de los Últimos Días en USA).  La canción dice como una mujer quiere ser una ventana al amor del Salvador a través de sus ojos, de sus manos, de su vida.  Hoy me pregunto: qué reflejo en mi rostro?  Refleja mi rostro Su amor?  Refleja mi rostro verdadera felicidad?   Y me acuerdo del llamado de Alma en el Libro de Mormón y sus grandes preguntas.
Mirarme me gustó, fue ver más allá del exterior, fue como ver mi alma desde el visor de una cámara, y ver la vida que he llevado en este tiempo. 
Siento gratitud por esta experiencia, por poder mirarme a mi misma y reflexionar en quien realmente deseo ser, qué deseo reflejar y cómo deseo vivir.  Hay una diferencia entre donde estoy y donde quiero estar, y mi deseo es que pueda guardar esta experiencia y seguir meditando en ella, de modo de redireccionar mis elecciones.  
 Creo sencillamente que como vivimos, la vida que tenemos, se trata más de como decidimos nosotros enfrentar la vida, de lo que la vida misma nos presenta, nuestra es la elección de la clase de vida que queremos vivir, cuan felices somos y definitivamente eso se muestra en nuestra semblante.  Y yo simplemente quiero ser Una Ventana a Su Amor.

SIGUE
Esto me hace recordar dos cosas ahora, el libro El Hombre en Busqueda de Sentido, que es buenísimo y trata presisamente de como la elección de vida esta en uno, desde la perspectiva de un psicólogo que vivió en un campo de concentración judía y sobrevivió.  Y también me recordé como dije antes de Alma y decidí leerlo una vez más: 

 Alma 5 en el Libro de Mormón.  De este capítulo comparto con ustedes este extracto para nuestra reflexión:

9   Y os pregunto también: ¿Fueron quebrantadas las ligaduras de la muerte, y desatadas las cadenas del infierno que los tenían atados? Os digo que sí; fueron desatadas, y sus almas se ensancharon, y cantaron del amor que redime. Y os digo que son salvos.
10   Y os pregunto ahora: ¿Según qué condiciones son salvos? Sí, ¿en qué se fundaban para esperar la salvación? ¿Por qué motivo fueron librados de las ligaduras de la muerte, sí, y de las cadenas del infierno también?
11   He aquí, os lo puedo decir. ¿No creyó mi padre Alma en las palabras que se declararon por boca de Abinadí? ¿Y no fue él un santo profeta? ¿No habló las palabras de Dios, y las creyó mi padre Alma?
12   Y según su fe, se realizó un gran cambio en su corazón. He aquí, os digo que todo esto es verdad.
13   Y he aquí, él predicó la palabra a vuestros padres, y en sus corazones también se efectuó un gran cambio; y se humillaron, y pusieron su confianza en el Dios verdadero y viviente. Y he aquí, fueron fieles hasta el fin; por tanto, fueron salvos.
14   Y ahora os pregunto, hermanos míos de la iglesia: ¿Habéis nacido espiritualmente de Dios? ¿Habéis recibido su imagen en vuestros rostros? ¿Habéis experimentado este gran cambio en vuestros corazones?
15   ¿Ejercéis la fe en la redención de aquel que os acreó? ¿Miráis hacia adelante con el ojo de la fe y veis este cuerpo mortal levantado en inmortalidad, y esta corrupción levantada en incorrupción, para presentaros ante Dios y ser juzgados de acuerdo con las obras que se han hecho en el cuerpo mortal?
16   Os digo: ¿Podéis imaginaros oír la voz del Señor en aquel día, diciéndoos: Venid a mí, abenditos, porque, he aquí, vuestras obras han sido obras de rectitud sobre la faz de la tierra?
17   ¿O suponéis que podréis mentir al Señor en aquel día, y adecir: Señor, nuestras obras han sido justas sobre la faz de la tierra; y que entonces él os salvará?

18   O de lo contrario, ¿podéis imaginaros llevados ante el tribunal de Dios con vuestras almas llenas de culpa y remordimiento, teniendo un recuerdo de toda vuestra culpa; sí, un arecuerdo perfecto de todas vuestras iniquidades; sí, un recuerdo de haber desafiado los mandamientos de Dios?
19  Os digo: ¿Podréis mirar a Dios en aquel día con un corazón puro y manos limpias? ¿Podréis alzar la vista, teniendo la imagen de Dios grabada en vuestros semblantes?

Para nuestra reflexión, con cariño,
Paola

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