jueves, 16 de mayo de 2013

Algo de nutrición: el valor de las grasas en nuestra dieta

Amigas hace un tiempo me llegó la información que las grasas esas que tanto no queremos agregar a nuestra dieta, porque la asociamos al sobrepeso, bueno son necesarias y por asi decirlo buenas. Y el asunto mejor es que hay que elegir las de mejor calidad en lugar de eliminarlas. Esto se vale aun más para la dieta infantil.
En concreto he aprendido que es mejor consumir mantequilla que margarina, que los mejores aceites comunes son el de girasol, soya, maíz y sobre todo oliva extra virgen. Si nos ponemos más selectas podemos ir por otros como el de Sésamo que es extraordinario tb para la salud.
Ahhh y de paso al respecto, que no se me olvide la Chia, como super fuente de los omega 3.
( En dos cucharadas de semilla de chía se obtienen cinco gramos de Omega 3 al día, que equivalen a medio kilo de pescado alto en ácidos grasos esenciales. La de mejor calidad es la
chía Benexia, ya que es la única que mantiene su alto valor nutricional. De hecho, debido a sus propiedades y calidad certificada, es la única con autorización para entrar y comercializarse en la Unión Europea. Fuente: La Segunda, sección Buena Vida. Respalda info la nutricionista del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares de la UC, Carolina Chica)
También grasas de la palta son extraordinarias, así como de las nueces, almendra y otras nuts, tales como la del maní, que puede fácilmente ser transformado por ti misma en mantequilla de manì.
Bueno aquí los expertos hablando mejor que yo en este estudio de la FAO/ OMS la Organización Mundial de la Salud.
http://www.fao.org/docrep/T4660T/T4660T05.htm
"En los países industrializados y en los grupos de altos ingresos en los países en desarrollo que presentan una alta prevalencia de mortalidad de origen cardiovascular, se está recomendando el consumo de carnes y productos lácteos bajos en grasas y colesterol. Esta situación puede dar origen a problemas para los grupos de bajos ingresos. En dichos grupos, el consumo de grasa es ya insuficiente. Este menor consumo de grasas y aceites podría tener un efecto negativo en el estado nutricional de energía en los niños y adultos activos de estas poblaciones. Además, debemos considerar que los alimentos de origen animal aportan otros nutrientes esenciales como elementos trazas, calcio y fósforo que difícilmente pueden ser aportados por otros alimentos (Pugliese et al., 1983).

Debemos considerar que en los niños el aporte de grasa es fundamental para un buen crecimiento, una actividad física vigorosa y un óptimo desarrollo intelectual, y por lo tanto debe mantenerse un buen aporte de grasas y aceite. Para los lactantes menores de seis meses la leche materna es la mejor fuente de grasas en cantidad y calidad. Para los niños entre seis meses y dos años un aporte en grasa cercano al 30 por ciento de las calorías totales es necesario para mantener una buena densidad energética de la dieta que asegure suficiente energía para la actividad física y para una buena reserva energética. Las grasas vegetales son la mejor fuente de grasa para estos grupos por su aporte de ácidos grasos esenciales y su buena digestibilidad. Los aceites de coco y palma, si bien aportan energía, no son una buena fuente de ácidos grasos esenciales. Es recomendable usar aceite de girasol, soya, maíz, oliva, u otro aceite vegetal de buena calidad. La manteca y otras grasas sólidas son aceptables sólo en condiciones de pobreza o cuando no hayan otras fuentes disponibles. Para el niño mayor de dos años se recomienda lo mismo que para la población adulta, es decir hasta un 30 por ciento de la energía limitando la cantidad de grasas saturadas a un 8 por ciento de las calorías totales. Debe considerarse que los niños excepcionalmente activos pueden necesitar un mayor aporte graso para asegurar una ingesta energética adecuada.
...
Estudios del consumo de alimentos de familias de distintos niveles de ingresos, realizados cada diez años en Chile, muestran importantes diferencias en la ingesta energética y el consumo de grasas entre el 20 por ciento de la población con menores ingresos y el 20 por ciento de la población con mayores ingresos. Si bien la proporción de grasas con respecto al total de calorías es semejante en ambos grupos, la diferencia en la disponibilidad de energía para el grupo de mayores ingresos duplica la disponibilidad del de bajos ingresos (2805 vs 1425 kcal). Esto significa que el grupo más pobre consume en promedio alrededor de 27 gramos diarios de grasas, en tanto que el grupo más rico consume aproximadamente 68 gramos diarios (INE, 1988).

Al estudiar el origen de las calorías consumidas por niños de un año de edad en familias de bajo nivel socioeconómico en Chile, se ha observado que las calorías grasas representan aproximadamente el 18 por ciento del total. El 4 por ciento de las calorías totales proviene de los aceites vegetales y el 12 por ciento o más de las grasas de la leche. Es necesario señalar que en Chile los menores de seis años reciben leche en polvo con un 26 por ciento de materia grasa que es entregada gratuitamente por el Estado, dos kilos mensuales, a todos los beneficiarios del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Olivares, 1986)."

Asi es que a comer buenas grasas y seguir la palabra de sabiduría, poca carne, pero existente en la dieta, al parecer si la necesitamos, y la verdad a mi me gusta, sorry por los vegetarianos.
Bueno amigas esa es mi nota nutricional por hoy. Debido a que se me antojó hacer mi propio chocolate y repare un poco en usar manteca y que tipo de aquella. Eso será para otra nota.
Cariños grandes a todas,
Paola Núñez S.






martes, 7 de mayo de 2013

¿ Qué preguntar, cómo esta tu estado físico o mejor cómo está tu alma?

¿Que tal tu estado físico?
Yo he estado con necesidad fuerte de recuperar mi energía. Y de hacer algo por fortalecer mi cuerpo, muchas veces tan sobre exigido y poco regaloneado. Pensando en ello 2 escrituras nos dan luz al respecto:
" Y el espíritu y el cuerpo son el alma del hombre. (Doctrina y Convenios 88:15)
" Por tanto, de cierto os digo que para mí todas las cosas son espirituales; y en ninguna ocasión os he dado una ley que fuese temporal, ni a ningún hombre, ni a los hijos de los hombres, ni a Adán, vuestro padre, a quien yo creé. ( DyC 29:34)
Por tanto espíritu y CUERPO son muy importantes y esenciales para nuestra espiritualidad.
Recordemos además que es un DON, uno de los propósitos por los cuales vinimos a la tierra, y que anhelábamos en los cielos.
Ahora que lo tenemos y tanto nos sirve cuidémoslo y démosle la atención y prioridad que necesita en nuestra vida, para que nos ayude a cumplir nuestros otros propósitos en esta tierra por largo tiempo y en muy buen estado.
Cómo hacerlo? Hay varios consejos en las escrituras que también son recogidos y resaltados en el mundo científico. Según estos, los motores del buen funcionamiento cerebral que permite disfrutar de un nivel óptimo de energía, son:
1. El ejercicio
2. La buena nutrición
3. Sueño apropiado.
4. Relajación
5. La Conexión humana.
( 5 choices to extraordinary productivity, Franklyn and Covey)

Cuando uno trabaja conscientemente en estas 5 áreas puede disfrutar de un cerebro activo y un constante flujo de energía. Y si sumamos nosotros conservarnos puros, guardando sus mandamientos, debiera ser garantía además de un espíritu funcionando al 100% como brújula en nuestra vida. Que tal tu cuerpo y espíritu funcionando al 100% ? ¡Que calidad de vida, de energía y propósito! Y la podemos tener si nos esforzamos por perseguir este balance en nuestra vida.
Después de evaluar donde estamos y como podemos acercarnos a este balance, seguro comenzaremos a disfrutar de esta mejor calidad de vida.
Sé que cuidando nuestra alma que se compone de espíritu y cuerpo, podremos recibir toda la energía que necesitamos, la claridad mental y espiritual para cuidar de lo verdaderamente importante en nuestras vidas.
Cariños enormes,
Paola Núñez S.