domingo, 17 de febrero de 2013

Semillas divinas para cultivar y asombrarse de ver florecer

Hoy tengo un sentimiento de mucha gratitud por godas las bendiciones que Dios me ha dado. Y a la vez de urgencia de usar todas es bendiciones para acelerar la obra. Cómo puedo yo hacerlo? Y digo yo, como una mujer SUD, como tú, y no puedo dejar de reconocer... Como de tiempo en tiempo me encuentro con tal cita que expresa algo así. Que Dios ha puesto dentro de cada una de nosotras deseos, anhelos de servir, de crear, que son semillas divinas puestas por nuestro mismo creador para bendecirnos y bendecir las vidas de quienes nos rodean.
Aún en las bendiciones materiales me alegro de que las pondré a trabajar, a servir. A veces desearía volar y hacer de una todo lo que hay en mi alma. Y sin embargo, también tengo especialmente 3 responsabilidades chiquitas que cuidar. No obstante, mi desafío en este año de recuperar espacios personales más allá de ser mamá y esposa, me llevan a explorar esos deseos del alma.
Lograr establecer tiempos estables y fijos para mis proyectos, que me alegran el corazón, dan rienda suelta a la creación y me bendicen enormemente a mí, mi familia y por cierto a los demás es algo que quiero. Avanzo uno a uno. Por el momento sigo con mi programa de hacer de la actividad física un hábito constante, recuperar mi mejor estado físico y en eso estoy... Poco a poco iré incorporando uno a uno esos deseos del alma en proyectos con día y hora fija. Para que ya no sean deseos sino realidades. Nadie lo hará por mí. No espero ideales, espero hacer simplemente lo mejor que puedo con lo que tengo.
Este año estoy más tranquila, menos ansiosa. Me alegro en mis tareas cotidianas, y dejo espacio para mi autocuidado y para hacer lo que me gusta. Cumplo mis responsabilidades con alegría y buena disposición, no me quejo, ni tampoco me excuso. Puedo vivir la vida que quiero. El Señor esta a mi lado, el resto depende de mí.
Me encantó la cita que pone a disposición para uso gratuito www.lds.printables en español, que aquí publico. Y hay otras también muy bellas e inspiradoras del sitio facebook y wordpress Mujer Mormona. Gracias a todos ellos por crear lindo material como este.

jueves, 7 de febrero de 2013

Recuperándo más que mi estado físico, el equilibrio entre la entrega y el autocuidado... Más cerquita de la felicidad continua.

Después de casi 6 años entre estar embarazada y amamantando y con tres preciosos y activos niños ha sido escaso el tiempo dedicado para mí. Hace cuatro años mamá de tiempo completo. Como todas las madres mi historia no es muy diferente, dedicamos cada una nuestra mejor energía a ellos, no somos deportistas, pero dejamos todo en la cancha. En mi propia experiencia no hay trabajo que haya conocido más exigente que este de ser madre. Mis hijos Mamá, mamá ... Desde que abren sus ojitos hasta cerrarlos , con los relevos salvadores de mi tierno esposo.
Tal preludio explica porqué la activa, aventurera y exploradora mujer que siempre he sido ya no ha estado ni caminando con brazos en movimiento, ni haciendo esgrima, ni karate, ni ningún ningún deporte o actividad física que no sea sostener bebes y correr para todos lados mudando, dando de comer, ayudando a ir al baño, etc etc. Pero estaba la inquietud. Y no encontraba el principio del hilo de la madeja para comenzar a tejer mi nuevo estado físico, la recuperación de mi misma, hasta que una amiga me dijo, necesito una compañera de trote y yo sin pensarlo 2 veces me subí a la ola. Y aquí estoy intentando surfear. Sí llevo 4 días de salir a caminar y trotar desde las 7 a las 8:00 am. Mientras mis pitufines duermen y mi esposo se prepara para salir yo corro libre disfrutando de ese energizante frio matutino del verano.
Coincidentemente ha sido un real desafío porque me he acostado muy tarde conversando respecto de algunos cambios y novedades en mi familia coordinando con mi esposo. Cerrando mis ojos a la 1:00 o más, el deseo créanme de levantarse a las 6:45 am no es muy fuerte ja ja. A pesar de aquello lo he hecho. No me propuse en un comienzo ninguna meta grande sólo salir un día a la vez . Y como creo en los frutos de la disciplina, de desafiarse a uno misma. No me he rendido al cansancio, ni he tomado las ocasiones y tentación en que pudiera haberme quedado en casa. He seguido y seguiré. Ahora si tengo una meta 21 días corridos con excepción de los domingos. Veremos que pasa. Quiero decirle a mi cuerpo, ven conmigo, acompáñame, recupérate. Sobreponte al cansancio y pon en orden tu vida. Acuéstate temprano, levántate temprano y disfruta de una vida ágil.
Es increíble lo despierta que uno queda después de esta caminata matutina. Y si tengo sueño, he aprovechado de hacer que todos durmamos una siesta y han sido largas. Y ahí estoy dando la lucha y sé que ganaré.
Ahora quiero bajar mi peso, y llegar a tener el que tenía antes de embarazarme. Lo haré de a poco y con orden si, la nutrición adecuada y lo que siempre me ha funcionado la antidieta adaptada a mi propio querer. Mucha fruta am y agua. Y evitar mezclar carbohidratos y proteínas. Hacer mucho uso de los vegetales , más presentes en mi plato. No sé si es cosa del tiempo o del cansancio, pero muchas veces he hecho el plato principal y escasamente uso las verduras frescas más allá del tomate. Es mi esposo quien ha podido perpetuar y entregar a mis hijos la cultura de comer verduras y son como conejitos. Y se lo agradezco mucho. Yo ahora entrare al club también y las incluiré mucho más para satisfacer mi apetito.
Respecto a comer si lo confieso, me encantan las masas y especialmente si son dulces. Necesito de un postre, de una galleta, un chocolate, pero ahora las estoy disminuyendo. Y claro usaré también la sucralosa o el estivia. Pero en definitiva necesito disminuir mi ingesta de carbohidratos .
Algo más la vida es un todo y este cambio de recuperar mi salud y estado físico va de la mano con mi deseo de ordenar otros aspectos de mi vida. Quiero seguir siendo la madre que soy, entregándome a mis hijos, siendo una mejor esposa con tiempo para escuchar y amar. Pero hay algo que deseo también y es separar tiempos de renovación para mí. De hacer las cosas que quiero y que no tienen que ver con la maternidad ni con ser esposa directamente. Tengo una lista grande de cosas que me hacen feliz , que se relacionan con quien soy, y también con mi progreso y mi contribución en otras áreas de la vida y deseo darles un lugar. No quiero postergarlas. Quiero darles un lugar, con orden y sin culpa. He pedido el apoyo de mi esposo en esto. Aun no tengo la fórmula o el horario. Pero poco a poco quizás de una cosa a la vez deseo ir incluyendo todo aquello que sé me hace feliz, y también me conecta a tierra y con el cielo. Quiero ser feliz y no darme explicaciones para no serlo. Quiero liberar lo que hay en mi . Canalizadamente, ordenadamente, pero hacerlo.
Un dato, disciplinarse a si misma. Ganarte a ti misma en fenomenal. Y como también es desafiante tengo dos premios para mí y compensaciones adicionales con las cuales me premiaré. No son cosas sino cariñitos para mí. Sesiones de pedicure, peluquería, maquillaje, etc. Son acciones y eventualmente cosas que contribuyen a que personalmente vaya tomando la forma y el parecer bien cuidado que merece una Hija de Dios. Quiero ocupar mi lugar y sentirme como tal. Recuperarme, amarme, cuento con todo el respaldo de mi Dios, y de mi esposo, y sólo depende de mí. Nadie lo hará por mí. Quiero brillar. Quiero brillar, sentirme feliz, ayudar y servir. Y ser una mamá y mujer más feliz y plena.
Estoy tan agradecida por esta y muchas otras bendiciones que se despliegan en mi vida y quiero ir a la luz paso a paso, quizás mañana corra.
Con amor,
Paola