Vida hecha a la medida- Life taylored by hand

Cuando la vida se pone cuesta arriba necesito más que nunca la guía del Señor para saber como vivirla, y vivirla mejor, más feliz. Cuando siento que me cuesta mucho ser madre, en momentos donde la carga es grande o al menos yo lo siento asi, necesito de su ayuda. Hoy me visitaron unos amigos y me ayudaron a recordar recurrir a Dios.
Pensé también en el significado de nuestra existencia en este mundo y como de verdad estamos para ser felices, sin embargo, mi esposo me dice que no me ve feliz. La verdad ser madre y esposa full time, y en este momento más madre que esposa he de confesar, es para mi una elección, y la sigo eligiendo, sin embargo, busco ser más feliz.  Cuando tomo distancia de lo que vivo acepto todo ello con la mirada del que dice es por un corto tiempo el sacrificio, y no deseo sacar el hombro, no le temo al sacrificio. Pero hay algo dentro de mi que me dice que las cosas no son para sufrirlas, sino para gozarlas. Y ahí busco y necesito al Señor.
Lo necesito para que me enseñe a como vivir y gozar estos momentos.  (CONTINUA haga click)

 Para que me enseñe que haciendo su voluntad encuentro gozo. Quisiera sentir mis cargas aliviadas, quisiera sentirme comprendida. Muchas veces no lo siento así. Hombre y mujer son distintos, busco a veces comprensión, pero no la tengo y lo acepto. Quizas no la encontrare porque es dificil ver con otros ojos. Pero eso no me desanima, no pienso como alguien dijo y si recibimos aprecio por lo que hacemos bien, y si no esta bien tambien todavía he de seguir. Porque lo que hago no es para agradar a nadie, sino a Dios y para seguir lo que se que es importante para mí.
Se que es importante acompañar a mis hijos en este periodo tan vital de su crecimiento. Quiero guiarlos, quiero ayudarles a tener mentes limpias y descontaminadas de las influencias del mundo que tanto nos asedian. Tal vez lo unico que hecho es eso, ser su guardiana, quizas es lo mejor que he hecho, pese a que me gustaría darles más, siento que he tenido éxito en esta misión. Filtro todas las cosas, filtro la música, filtro la Tv, filtro sus conductas, le ayudo a no gritar y a no pegar. Le enseño a comunicarse bien, especialmente a mi hijo mayor (2 años y medio). A que no hay que dañar a nadie, ni menos a su hermanita o a su mamá. Estoy contenta porque además el sabe el abecedario en inglés, conoce cada letra y le encanta verlas e identificarlas, otro máximo logro son los colores y saberse todas las partes del cuerpo en ingles y español. Pero eso es conocimiento y creo que aquel llegará en forma natural y espontánea. Sabe el nombre del Presidente de mi Iglesia, Tomás Monson y lo dice , conoce puede identificar a Jesucristo... bueno son varias las cositas que tal vez sea muy largo de ir detallando, pero aun asi el punto es que a veces quisiera poder darles más. 
Quiero tener espacio para planificar con ayuda divina. Un dia no hace mucho me levante temprano, lei las escrituras (Biblia y Libro de Mormçon) y pedí ayuda en oración para planificar el dia. Fue un dia diferente, inclui a mis hijos en muchas cosas tan simples como pelar una cebolla, mi hijo estaba impresionado con tal magno evento, la peló junto conmigo y disfrutamos los preparativos de nuestro almuerzo. Aquella tarea que muchas veces hago sola tratando de distraerlos con un video, la hice con ellos aquel día y fue un dia distinto. Ellos solos se fueron a descanzar en la tarde y me quedó un espacio libre sin buscarlo. Senti que ellos estaban llenos de mi amor y atención y podian descanzar satisfechos.  Quiero más de  esos días, quiero más guía del Señor, quiero vivir cada día a conciencia de lo que hago y de la dirección que le doy. Como dicen a veces la vida pasa por nosotros y no nosotros por ella. Busco a Dios para ser más feliz. Y ese es el traje a la medida que busco, no el traje standar haciendo lo que se espera de mí, porque así lo he aprendido y oído, deseo sentir que cada día soy feliz y que ello viene de ocupar mi lugar cada día con plenitud y mucha gratitud que creo me falta. No quiero quejarme, no quiero quejarme, quiero agradecer quiero que seamos felices.
Quiero que mis hijos recuerden que rieron mucho que disfrutaron mucho y que puedan dibujar a su madre sonriendo.
Buscaré y encontraré la ayuda y guía divina que necesito.
Con amor, Paola.
Santiago 29 de agosto de 2010